Lo siguiente fue fijarnos en que tenía un collar muy raro. Rápidamente se dieron cuenta de que era el mismo signo que las otras veces y dijeron que había que sacarle una foto.
Esa foto nos daba una pista para encontrar otro paquetito. Y el nuevo paquete, también tenía su propio código qr, el cual nos emplazaba a seguir buscando.
Lo mejor de todo, era ver las caras de los niños... éso sí que no tiene precio.
Modernísimos!! Lúa chegou encantada, falando de Adorable e dos demais agasallos...grazas Fátima!!
ResponderEliminarDe nada. De verdade que o regalo era ver as súas caras :)
ResponderEliminar