Este curso estamos cogiendo carrerilla con esto del reciclaje. Y hay que decir, que nos está dando muy buen resultado. (Reducimos desechos y le damos una nueva vida).
Una de las últimas propuestas que hemos llevado a cabo ha sido la creación de un pueblo fantasma para decorar el cole durante los días de Halloween.
Utilizamos bricks de leche que recortamos para que tuviesen distintos tamaños, y los pintamos de negro. Una vez secos, les hicimos ventanas y puertas con restos de cartulina naranja.
Para mi gusto quedó genial. Incluso nos apareció un fantasma despistado por el pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.